Reconocido por la pureza de sus aguas y sus paisajes cordilleranos, este destino es el refugio perfecto para el bienestar. Sus centros termales, ubicados entre vegetación nativa, ofrecen piscinas naturales y servicios de spa que permiten desconectarse del mundo y sumergirse en un entorno de paz, aprovechando aguas ricas en minerales.
Más que un simple baño, el turismo termal en la Cuenca del Lago Ranco es una invitación a vivir el equilibrio entre la naturaleza y el descanso. Las altas temperaturas de las aguas y el aire fresco de la montaña crean la combinación ideal para renovar cuerpo y alma en el corazón del sur.
Hidratación: Bebe agua constantemente para compensar el calor.
Contrastes: Alterna baños calientes con breves duchas frías.
Ropa: Lleva toalla, sandalias y ropa seca y abrigada para la salida.
Entorno: Respeta el silencio para mantener la atmósfera de relajo.